Te invitamos
Viernes, 10 Enero 2025
Recepción Celebración
19:00 Hs.Greenhouse Centro de Eventos.
Los Alerces parcela 9, chamiza, Puerto Montt,
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Por el 1800...
Allá por el año 1800...
Esta historia comienza por allí a mitad de 1800, en una isla que, en ese entonces, era remota; La gran Isla de Chiloé, donde un lanchero Mapuche y una chica española, se enamoran y traen al mundo al Moisés de nuestra familia, el bisabuelo José.
Años más tarde, el bisabuelo José encontraría el amor, junto a una chica Calbucana, nuestra bisabuela Ana Coney y ellos darían la vida a nuestra abuelita Elsa.
Mientras tanto, en el continente, se tejía la otra parte de la historia. La tatarabuela Natividad, curandera ella, y probablemente usando sus brebajes, encantaría al bisabuelo Alfredo; convirtiéndose en los padres de nuestra bisabuela Leontina, que un día de septiembre daría a luz a nuestro abuelito Alberto.
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Los Años '50...
Alberto, Elsa, Luisa...
Ya a mediados de 1900 y entre sembríos de papas floridas, floreció también el amor entre Elsa y Alberto y así, finalmente, llegamos hasta la protagonista de esta historia: nuestra mamá Luisa, la segunda hija de Alberto y Elsa.
Un 10 de noviembre, un día, lo más probablemente lluvioso, en Puerto Montt, Luisa del Carmen, haría su entrada al mundo.
Luisa, la niña del medio, la siempre correcta; la acompañante fiel de nuestros abuelos Elsa y Alberto; siempre dispuesta a lograr sus sueños, y uno de ellos, la música, la hizo hacerse a su primera guitarra, convenciendo a un amigo de que se la prestara y entre clavijas, traste y diapasones Luisa del Carmen iniciaría su viaje por el do re mi fa de la vida, convirtiendo la música en su pasión, en su propósito y su proyecto.
Con solo 14 años entró a la Escuela Normal de Ancud porque a esa temprana edad ya entendía que enseñar era un acto de amor, un acto de resistencia y de emancipación.
Ya graduada llega a la Isla Quenu la profesora, cocinera y enfermera de 10 estudiantes de diversas edades.
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Los Años '70...
Correntoso - PichiPelluco...
Después, el destino la llevaría a Correntoso, un lugar significativo en su vida
No solo dejaría una huella en sus estudiantes con los que plantó los árboles que todavía perduran y se levantan enhiestos, sino que también allí la sorprendería el día 11 de septiembre de 1973, dejando una huella imborrable.
Ese día, a pesar de sus 5 meses de embarazo, caminó kilómetros tratando de llegar a su casa para saber cómo estaba su familia.
Este evento de nuestro país, cambia el curso de nuestra historia familiar, que nos lleva al otro lado del continente, pero eso ocurriría más tarde.
La música ha sido un refugio para Luisa, siempre armando coros polifónicos por doquier. No sólo formó el coro de niños de la escuela 100 en Pichipelluco, con el que ganarían diversos premios; también formó grupos corales y de guitarra en otras escuelas, como la escuela 7, la escuela de La Colina, la escuela 3 y también en la escuela de Costa Tenglo.
Los recuerdos que tenemos de esos tiempos son la imagen de nuestra mamá Luisa haciendo diversos “beneficios” para juntar dinero para los uniformes y las actividades extracurriculares de sus estudiantes. Sus alumnos siempre tuvieron un lugar importante en su vida. Su práctica y prédica siempre han sido que el acceso a la educación es la clave para seguir adelante y que ella debía ser un ejemplo.
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Los Años '80...
Un tiempo de Gracia...
Alrededor de 1986, nuestra mamá Luisa conoce al Pastor Pino y decide hacer parte de la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile. Allí también forma un coro de niñas preadolescentes, el Coro de Niñas Intermedias. También por ese tiempo, cultiva una amistad con la familia pastoral González, que hasta el día de hoy perdura.
Al unirse a la iglesia su compromiso con el prójimo se hace más fuerte y su posición en contra de la injusticia y de la opresión se fortalece.
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Los Años '90
Su vida.. Su talento...
Ya por los 90 s, Luisa decide armar su bitácora e irse a Estados Unidos junto a su mamá, la abuelita Elsa.
El año en que los legos aparecen, el año en que se descubría la radiación de data de carbono, un 10 Noviembre nace la apasionada a la música, la artista, la creadora, la luchadora, la sobreviviente, la maestra, la guitarrista, la afrodita de la cocina, la tejedora de mil colores, zurcidora de hilos, telas y sueños, la contadora de historias, la musa, la cantora, la danzante del folclore, la mujer de fe, la hija incondicional, la madre amorosa y estricta, la abuela paciente, la bisabuela juguetona, Luisa, nuestra Ave Fénix.
Por eso y por mucho más, hoy celebramos con alegría y gratitud los 75 años de nuestra matriarca Luisa.